La pieza de niños para casa foa 2019 se basó en la intrínseca necesidad por explorar, jugar y descubrir de todo niño. El espacio busca que el visitante no sólo contemple una escena, si no que vivencie, interactúe y descubra. Inspirado en un bosque, el mobiliario conforma un relato que explora muro, suelo y cielo, generando un recorrido que culmina en un sector de refugio pretendiendo estar dentro de un árbol. El espacio se desenmarca del concepto tradicional de cama y velador, abordando la temática de una forma más lúdica y experiencial. Estos ambientes comparten un gran mural inspirado en el bosque nativo chileno, donde el niño y los no tan niños se van familiarizando con nuestra flora y fauna, alejándonos de referencias importadas y rescatando nuestra identidad local.